Honda CB900F "LADY MIRROR"

 

Antes de comenzar Víctor, muchas gracias por atendernos y colaborar en esta sección de Doshaches Co que trata de conocer más a las personas junto con sus preciadas motocicletas. 

Hablamos un poco de ti Víctor. (¿De dónde eres?, ¿Qué estudiaste?, ¿A qué te dedicas?, ¿Cuál es tu relación con las motocicletas?, sobre tu infancia, etc. algo que nos ayude a conocer quién está detrás de esta Honda CB900f).

Soy de General Alvear, un pueblo chico en el interior de la provincia de Buenos Aires, en Argentina. Aunque actualmente estoy viviendo en la ciudad de Buenos Aires por temas laborales.

Sinceramente no tengo recuerdo de cuando me empezaron a gustar las motos, es desde que tengo uso de razón, siempre, desde chico me gustaron. Pedirle a mi mama que me saque fotos junto a motos era algo natural, es por eso que hoy tengo una foto que guardo con mucho cariño junto a una XR250 de 1993 cuando yo tenía 9 años.

Nadie en mi familia fue nunca un loco de las motos, lo único relacionado con las motos en ella es una JUKI 50cc que tenía mi papa para repartir el diario y en esa moto me llevaba a pasear, hasta que un buen día cuando tenía alrededor de 12 años tome la moto “prestada” y sentí por primera vez lo que era poder manejar una moto. Desde ahí no pare nunca de tenerlas presentes. Empecé a trabajar de chico para poder ahorrar y así poder comprar mi primera moto a un amigo, que fue una Zanella Pocket 50cc. Por suerte las he tenido de todos los tamaños, estilos y precios, pasando desde esa JUKI que luego paso a ser mía, una Honda XR400 que tanto me gusto tener recordando esa foto de niño, hasta las motos que tengo hoy en día, que son mi tan querida Lady Mirror (CB900F), con la que más me identifico y marca mi identidad, una siambretta 125 de lujo 1956 para pasear con mi esposa, una Honda CR250r 2004 con la que salgo a divertirme con mis amigos a hacer enduro, una scooter kymco para moverme en la ciudad, y una BMW S1000RR para sentir la velocidad y a los límites que han llegado esas bestias. Es decir que básicamente me gustan tooodas las motos y en todas sus formas, principalmente las versiones más radicales de cada estilo. Me queda pendiente tener alguna Harley con la que me gustaría armar una bobber.

 

 

¿Cómo fue la construcción de esta motocicleta (si es posible desde el inicio)?

Hace no mucho tiempo empecé a meterme en el mundo del custom y personalización leyendo, viendo fotos y asistiendo a exposiciones y eventos del ambiente. Me empezó a llamar mucho la atención como cada diseño representaba la impronta del dueño. Ahí me di cuenta que quería sentir algo así con una moto. 

Hace dos años un amigo de General Alvear donde nací, y voy continuamente, me contó que había una moto vieja tirada en un stud de caballos (granero), el conocía al dueño y la vendía.

En ese momento me dije que esa cb900f iba a ser la moto que me representara, fue solo cuestión de viajar a verla y en pocas horas ya estaba sacándole la tierra y desarmándola. 

 

 

Me habían gustado mucho unos trabajos que hicieron los chicos de Kustom Garage y me contacte con ellos para empezar a contarle la idea que tenía para la moto. Tenía muchas cosas en la cabeza para plasmar, pero poco tiempo y por otro lado sabía que no me daba el cuerpo y los conocimientos para hacerla yo mismo. 

Igualmente quería ser parte muy activa de todo el proceso de construcción, ya que tenía muy claro la moto que quería hacer, la moto que desde un principio del proyecto soñé y también quería llevar al taller todas las piezas que quería ponerle. A ellos le gustó la idea desde un principio y me decidí a llevarla al taller, junto con el tanque y el colin que quería ponerle, que fueron las primeras partes que empecé a buscar por todos lados, para marcar las líneas de lo que iba a ser un cafe racer. 

La premisa mía fue desde un principio hacerla minimalista, con reminiscencias a las viejas motos de carreras y board track, para esto también me propuse que todo lo que tenga la moto tenía que ser funcional, no quería ningún adorno, sino que los detalles tenían que ser funcionales, como lo son en cualquier moto pura de carreras de cualquier época.

 

 

Los chicos me dieron unos tips de diseñadores que me podrían interesar, también sus puntos de vista y aportes hicieron llevar el proyecto a un nivel más alto. 

Adaptar todas las partes que fui consiguiendo, que fueron muchas también estuvo muy pensado, de hecho, de la CB original solo quedan el motor, cuadro y suspensión aunque modificada. 

O sea que yo llevaba las partes con la idea de diseño y estética, y ellos se encargaban de resolver la terminación y adaptación de cada una. Todos los sábados durante mas de un año y cuando podía también días entre semana, nos reuníamos para decidir como quería continuar con tal o cual cosa, prefería ir al taller y ver las cosas en vivo, tocar todo, ensuciarme antes que ver el proceso por fotos, estar ahí, cuando todo se esta gestando, hacer prueba y error, hace que surgan ideas nuevas, otros puntos de vista de la idea original y hace que el proyecto crezca desde todo punto de vista.

 

 

De la parte mecánica se encargó Serantes Custom Art, hicieron un trabajo increíble dejando un motor como nuevo de punta a punta y también haciendo que funcionen los viejos frenos ya oxidados y trabados por los años de abandono. Pablo su dueño y mecánico en jefe, hizo posible que hoy pueda disfrutar en la ruta de está moto que tanto trabajo me dio llevar a cabo. 

Hicimos un buen equipo.

Con esas ideas decidimos el color de la moto, el cual iba a ser gris espejado, simple y sobrio, para que los detalles sean los protagonistas. La moto se iba a hacer en colores metálicos, aluminio pulido, cromo y bronce. 

Por otro lado, me propuse ponerle partes viejas y restaurarlas, no quería armarla con cosas nuevas compradas en eBay o hechas en serie de las que hay bastante ahora, me fui encontrando con un faro hermoso que encontré tirado en un lugar donde venden chatarra y marca el estilo retro de todo lo demás, y en base a él se le pusieron rejillas al faro trasero y al escape para marcar la misma línea. La trampa de agua de un viejo Mercedes en la línea de nafta hecha en cobre es otra de las perlitas que tiene la moto, junto con el tirador en bronce de una cajonera para abrir la tapa del tanque. Las llantas a rayos, las trompetas de los carburadores, las palancas invertidas y manillares hechas a mano terminan la idea general de la moto. 

 

 

Me gusta que las motos tengan presencia, que estén bien apoyadas y eso lo logramos con dos cubiertas anchas también de estilo retro y quizás es el único detalle más de la escuela americana que tiene. El asiento fue un capricho mío y por insistente y obsesivo lo termine apretando eslabón por eslabón uno al lado del otro, creo es mi parte preferida. 

Como toda moto de carreras faltaba el número y ahí me di un permitido de adornar el colin con unos laureles sacados de un Ford Farlaine y el 14, que siempre tengo en mis motos, recortado de la insignia de un viejo colectivo. 

¿Por qué la nombraste Lady Mirror?

Cuando la terminamos quise ponerle un nombre porque sinceramente a la moto la parí, y se me ocurrió ponerle el nombre de Lady Mirror (la dama espejada), que por un lado se llama así por el color espejado del tanque y por otro lado hace referencia a que finalmente y después de tanto sufrir y a la vez disfrutar de todo el proceso, siento que es la moto que me representa, en la que me veo reflejado al verla y al manejarla. 

Tú “Lady Mirror” con apreciación internacional.

 

 

¿Cómo has tomado esta experiencia de rescatar una motocicleta y volverla a la vida e inesperadamente que obtenga reconocimiento en distintas partes del globo?

La verdad que es algo muy gratificante y más todavía cuando la das a conocer y ves que mucha gente valora el trabajo y la dedicación que le puse a la moto, sinceramente con tener una moto que me identificara y poder hacerla yo mismo ya estaba más que conforme y feliz, pero el reconocimiento de aficionados y expertos en el tema es un mimo que no me esperaba y me pone muy contento.

¿Qué tienes para decirles a aquellos quienes comienzan con su proyecto de restauración o modificación?

Lo único que les puedo decir es que cada uno tiene que ser feliz con la moto que tiene, si para eso el dueño la quiere cortar, modificar pintar, etc. que no lo dude, lo más importante es andar en una moto que a uno lo haga feliz. Yo tomé algunos otros diseñadores como referencia de estilo, pero sinceramente hice la moto que quería tener.

Paciencia y creatividad, es otra cosa que hay que tener, más todavía cuando no se cuenta con los medios para lograr lo que uno quiere, ¡ahí es cuando sale a la luz la creatividad innata de cada uno y hace a cada proyecto más particular y único!

Querer hacer una moto igual a otra que vieron a mí no me gusta, porque creo que si cada persona es distinta y única, también lo tiene que ser la moto que uno personaliza.

 

 

Dueño

@soyvictor_14

Fotografía por 

Julian Podesta

 Doshaches Co. 2020

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